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La electrificaci贸n est谩 llegando鈥� pero de forma m谩s lenta y desigual de lo que cabr铆a esperar.
08 abril 2025

Los equipos de construcci贸n el茅ctricos, anunciados desde hace a帽os, est谩n en pleno avance.
Un informe actualizado recientemente por Off-Highway Research situ贸 el n煤mero de m谩quinas el茅ctricas vendidas en 2024 en 18.691. Esto supuso un aumento del 110 % con respecto al a帽o anterior, y la consultora especializada en pron贸sticos prev茅 un aumento adicional del 45 % en las ventas de unidades en 2025 en comparaci贸n con 2024.
Sin embargo, eso no quiere decir que el crecimiento ser谩 uniforme en todo el mundo, ni que los tipos de m谩quinas que se venden bien sean los que inicialmente se esperaban.
Si analizamos m谩s a fondo las cifras de Off-Highway Research, descubriremos que el 80 % del mercado de m谩quinas el茅ctricas se encuentra en China, y en particular de cargadoras de ruedas m谩s grandes para su uso en la industria minera, as铆 como del tipo de camiones de carrocer铆a ancha populares en China como alternativa a los camiones de volteo tradicionales.
Otro 10% del mercado se encuentra en econom铆as emergentes ricas en materias primas, a las que prestan servicios fabricantes de equipos originales chinos.
Los fabricantes de equipos originales chinos se han centrado en equipos m谩s grandes, que se utilizan principalmente en miner铆a y canteras. En estas industrias, la utilizaci贸n es alta y la recuperaci贸n de la inversi贸n es mucho m谩s r谩pida. Adem谩s, cuentan con instalaciones conectadas a la red el茅ctrica, lo que permite cargarlas posteriormente, afirma Chris Sleight, director general de Off-Highway Research.
En otras partes del mundo, la situaci贸n es distinta. Incluso con el n煤mero relativamente alto de unidades vendidas en mercados como China, las m谩quinas el茅ctricas solo representaron el 1,5 % del mercado mundial de equipos en 2024, se帽ala.
Y en mercados como Europa y EE. UU., donde los fabricantes de equipos originales (OEM) han centrado su atenci贸n en equipos compactos relativamente f谩ciles de electrificar, las ventas siguen siendo bajas, ya que en sectores como la construcci贸n las tasas de utilizaci贸n suelen ser inferiores a las de la miner铆a. En la construcci贸n, los posibles compradores parecen verse disuadidos por los largos plazos de amortizaci贸n de las m谩quinas, que suelen ser tres veces m谩s caras que sus equivalentes di茅sel.
驴Es necesario un nuevo pensamiento?
Sleight enfatiza que no tiene duda de que la electrificaci贸n est谩 en camino, incluso en regiones del mundo donde las cifras de ventas son desalentadoras para los fabricantes de equipos originales (OEM) que se han comprometido a desarrollar nuevos modelos. Sin embargo, la velocidad de adopci贸n y el tipo de m谩quina que atrae a los usuarios finales podr铆an requerir un cambio de mentalidad.
Muchos fabricantes europeos e internacionales han desarrollado versiones el茅ctricas de cargadoras de ruedas y miniexcavadoras peque帽as, pero no se utilizan lo suficiente como para obtener una rentabilidad, ya que solo funcionan un par de cientos de horas al a帽o. Y no es posible cargarlas en una farola al final del d铆a. La carga es problem谩tica, afirma Sleight.
Sugiere que, con el tiempo, los fabricantes de equipos originales dejar谩n de producir m谩quinas que sean m谩s f谩ciles de electrificar para un ingeniero y se centrar谩n en cambio en aquellas aplicaciones que se presten mejor a la electrificaci贸n.
Fuera de la miner铆a y las canteras, es probable que se trate de equipos de construcci贸n vendidos a la industria de gesti贸n de residuos, por ejemplo, donde la utilizaci贸n es alta y las instalaciones en las que funcionan las m谩quinas est谩n conectadas a la red.
鈥淎 largo plazo, la electrificaci贸n ser谩 una realidad鈥�, a帽ade Sleight. 鈥淗ay detractores que se帽alar谩n que no ha tenido 茅xito en Europa y 狈辞谤迟别补尘茅谤颈肠补 en los 煤ltimos dos a帽os y declarar谩n, por lo tanto, que el concepto est谩 muerto. Discrepo completamente con eso. Pero quiz谩s sea justo decir que algunos de los productos que se han lanzado hasta ahora no han sido los que tienen mayor potencial.
Dicho esto, a largo plazo, los equipos compactos probablemente se electrificar谩n, aunque tarde m谩s de lo que algunos sugieren. En definitiva, son mejores m谩quinas: son m谩s silenciosas, no producen emisiones de escape ni vibraciones, requieren menos mantenimiento y son m谩s econ贸micas. Por lo tanto, a medida que bajen los precios de las bater铆as, se volver谩n m谩s atractivas. Con el tiempo, la industria tambi茅n encontrar谩 maneras de cargarlas, ya sea mediante un cargador port谩til, por ejemplo.
La promesa de la combusti贸n de hidr贸geno
A corto plazo, Sleight cree que hay otras v铆as prometedoras que posiblemente hayan recibido menos atenci贸n que la el茅ctrica.
Entre ellas se encuentra la combusti贸n de hidr贸geno. "Desde un punto de vista tecnol贸gico, est谩 ah铆. Cummins ha desarrollado un motor [el X15H] y JCB ha desarrollado prototipos de combusti贸n de hidr贸geno; ser谩 interesante ver cu谩ndo se lanzan al mercado", afirma Sleight.
Reconoce que el desaf铆o radica en el origen del combustible y c贸mo garantizar su producci贸n sostenible. 芦Se requiere mucha infraestructura y trabajo preliminar, pero tiene un gran potencial de futuro. Los defensores del hidr贸geno tambi茅n argumentan que se puede generar de forma sostenible, mientras que con las bater铆as se necesitan tierras raras, cuya distribuci贸n no es uniforme en todo el mundo禄.
Sin embargo, ninguna de estas tecnolog铆as es la soluci贸n completa. Sleight tambi茅n enfatiza la importancia de otras tecnolog铆as de reducci贸n de carbono, como los combustibles sint茅ticos y los biocombustibles.
La adopci贸n de m谩quinas el茅ctricas seguir谩 creciendo. Tras el pron贸stico de un aumento del 45 % en las ventas globales de m谩quinas el茅ctricas para 2025, el informe actualizado de Off-Highway prev茅 un crecimiento interanual del 21,4 %, hasta alcanzar las 32 966 unidades en 2026, seguido de un crecimiento del 17 % en 2027, hasta alcanzar las 38 742 unidades. Sin embargo, China seguir谩 representando la mayor parte de las ventas, y el total seguir谩 representando una peque帽a proporci贸n de las ventas totales de equipos de construcci贸n.
La electrificaci贸n sigue avanzando, aunque de manera m谩s lenta y desigual de lo que algunos de sus m谩s ac茅rrimos defensores podr铆an haber predicho.
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